Ya teníamos ganas de celebrar el Campobosco en el extremo más meridional de la inspectoría. Tras los encuentros de Sanlúcar la Mayor y de El Collell, la casa salesiana de Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en anfitriona del Campobosco – SYM Canarias 2018 para ochenta y cinco jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano del archipiélago.

Procedentes de las cinco casas que las Hijas de María Auxiliadora tienen repartidas entre Tenerife y Gran Canaria, y de las tres que tienen los salesianos en ambas islas, los jóvenes y sus animadores han querido reunirse el «finde» previo a Don Bosco para celebrar la fiesta del padre, maestro y amigo de los jóvenes, y para seguir preparándose de cara al Sínodo de los jóvenes, convocado por el papa Francisco para el próximo mes de octubre.

Esta doble temática organizó todo el encuentro. Durante la tarde del sábado, por stands rotativos, los chicos pudieron conocer el camino vocacional de Don Bosco, desde su infancia hasta su ancianidad: han descubierto facetas de un hombre que no siempre piso sobre un camino de rosas, sino que en cada momento tuvo que ir sorteando dificultades para descubrir qué quería Dios de él. Y en cada momento, Dios también disponía de las personas que hacían de mediadores y de acompañantes en el largo camino del discernimiento vocacional.

El domingo por la mañana, antes de la eucaristía, hubo tiempo para reflexionar sobre la realidad juvenil y los retos que el mundo de los jóvenes plantean a la misión evangelizadora de la Iglesia. Con las reflexiones de los grupos de trabajo, se elaborará un documento síntesis que pronto será enviado al papa Francisco, deseoso de escuchar en primera persona la voz de la gente joven.

En este Campobosco – SYM Canarias 2018 también ha habido tiempo para rezar y para jugar.

Los juegos oratorianos invadieron el patio del Sagrado Corazón en una tarde de estampas involvidables. Por la noche, ya en el vecino colegio de Tomás Morales (FMA), hubo tiempo para rezar y para escuchar la cálida palabra de sor Chari Rivas, inspectora de las Hijas de María Auxiliadora en toda España.

Para todos los participantes, este Campobosco ha sido un «balón de oxígeno salesiano» en la víspera de los días grandes de enero. Para muchos, además, ha supuesto el pistoletazo de salida de cara a la preparación del Campobosco Nacional. ¡Nos vemos en Turín!