Redacción.

 

Ha sido un 31 de enero peculiar por todas las restricciones impuestas por la pandemia, pero la fiesta de San Juan Bosco se ha celebrado con alegría en las dos parroquias que están bajo responsabilidad de la comunidad salesiana en Las Palmas de Gran Canaria.

En la parroquia de Santa Catalina de Alejandría tuvo lugar la celebración principal, la “misa mayor” a la 1 del mediodía, presidida por el director y párroco Carmelo Pulido. Con el aforo permitido al completo -60 personas-, el director relacionó en su homilía las diversas epidemias que ha sufrido la isla de Gran Canaria en los últimos siglos, con la epidemia de cólera que asoló Turín y el Piamonte a mediados del siglo XIX y cómo Don Bosco supo dar una respuesta adecuada a los tiempos ofreciendo a los jóvenes del Oratorio el reto de auxiliar a los contagiados adoptando las medidas de protección al uso en su época.

La eucaristía fue concelebrada por otros dos salesianos de la comunidad y transmitida por el canal de YouTube de la casa salesiana.

Por su parte, la parroquia María Auxiliadora del popular barrio del Barranquillo honró a Don Bosco con la eucaristía de 11 de la mañana presidida por su párroco José Luis Burguera; en su homilía glosó la figura de Don Bosco como el santo de la alegría sana y contagiosa y la esperanza con fundamento. Tras la misa siguió una simpática rifa popular para ayudar a llevar adelante una serie de reformas en el templo parroquial; antes de este acto se realizó un sencillo homenaje a la feligresa María del Carmen Alonso por sus muchos años de dedicación voluntaria a la limpieza del templo.