Por: Ely Santana.
La pandemia, tan dura en muchos aspectos, también puede dar lugar a novedosas iniciativas pastorales en clave sinodal y más si estas son protagonizadas por niños y niñas de Primera Comunión.
El Covid obligó a una niña de la parroquia salesiana de Santa Catalina de Alejandría a permanecer en Alemania y terminar allí su formación en la fe para hacer su primera comunión en la parroquia bávara de Diessen am Ammersee.
La buena relación de la madre de la niña, catequista en Salesianos Las Palmas, con una catequista alemana de la mencionada parroquia permitió que cristalizara la idea de trabajar por una Iglesia sinodal en la que todos caminen juntos como propone el papa Francisco; de modo que un grupo de niños y niñas de “Luz 1” junto a sus catequistas comenzaron un intercambio de gestos y actividades para estimular la convivencia entre los miembros más jóvenes de ambas parroquias. Los chicos y chicas de “Luz 1” de la parroquia salesiana de Las Palmas enviaron un dibujo realizado entre todos reflejando su deseo de que haya paz en el mundo y adjuntaron además una carta para saludarlos.
El propósito de este hermanamiento entre las parroquias de Diessen am Ammersee y la parroquia de Santa Catalina de Alejandría es el enriquecimiento mutuo entre niños y niñas cristianos de distintos países de Europa que se forman para conocer, recibir y seguir a Jesús.
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