Por: José Luis Burguera
El complicado curso académico 2020-2021 no pudo tener mejor final que la peregrinación jacobea de un numeroso grupo de profesores del colegio salesiano de Las Palmas: un trayecto desde Monte Pavón a Gáldar, recorrido en la mañana del 1 de julio.
Todo el claustro de profesores del colegio salesiano estaba convocado para reunirse en Gáldar y pasar una mañana de convivencia e inequívoco ambiente de Año Santo. El grupo más numeroso, unos cuarenta, optó por caminar los casi catorce kilómetros de descenso por el camino insular de Santiago entre Monte Pavón y la ciudad isleña del templo al Apóstol.
Fue una caminata exigente pero llevada con entereza por todos los participantes: hubo tiempo para rezar, convivir y charlar, y también para admirar los extraordinarios paisajes del norte de Gran Canaria: sus prados y lomas, el mar de nubes sobre el océano, el amanecer y la inconfundible silueta del Teide a poniente.
Ya en la ciudad, engalanada para este Año Santo, las fotos de familia delante de la puerta santa abierta en este Jacobeo y después, la Eucaristía presidida por el director, Carmelo Pulido. En su homilía recordó que el camino es la metáfora de la vida y que hoy día hay muchos caminos, de modo que cada uno ha de recorrer el suyo, trazarse una meta y ser fiel a ella.
“El curso que ahora acabamos -dijo el director- ha sido un camino difícil, una aventura incierta, diferente. Que Santiago nos siga ayudando a perseverar y que María Auxiliadora nos siga acompañando”. Tuvo también unas palabras de agradecimiento para el grupo de profesores que marchan. Se cierra así un curso escolar inolvidable.
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