La parroquia de María Auxiliadora vivió ayer jueves 25 de abril una de esas tardes que pasan al recuerdo. El pequeño templo parroquial del Barranquillo Don Zoilo abría sus puertas a las devotas de María Auxiliadora provenientes de distintos puntos de la ciudad y de la isla. Todas acudían con un fin: participar con entusiasmo en el pregón que inauguraba las celebraciones del mes de mayo, y que anunciaba la ya próxima asamblea de asociaciones de María Auxiliadora que tendrá lugar en el mismo barrio.
Para el anuncio de las fiestas marianas, tomó la palabra el conocido orador Joaquín Nieto Reguera, antiguo alumno de Don Bosco. En su pregón, que estuvo precedido por la celebración eucarística a cargo del párroco don Ángel María Muñoz Vázquez, Nieto no solo se limitó a ensalzar las glorias de María según es tradición, sino que se recreó en hacer un recorrido por la historia del Barranquillo Don Zoilo y de su parroquia. El primer nombre, entre muchos otros, en ser rememorado fue el del salesiano don Eduardo Villar Reina. No podía ser de otra forma: como párroco de Santa Catalina fue el verdadero impulsor de la transformación del barrio en la década de los cincuenta y sesenta del pasado siglo. Otros muchos párrocos y fieles comprometidos en el desarrollo del Barranquillo y en la expansión de la devoción a María Auxiliadora entre sus callejuelas y cuestas también se hicieron palabra ayer tarde en la humilde parroquia.
La tarde concluyó con un brindis de inicio de fiestas en los locales parroquiales, y con la invitación a participar en todos los actos que jalonan el mes de mayo en cualquiera de las casas de los salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora, así como en las asociaciones y grupos de devotos que mantienen vivo el amor a la Virgen de Don Bosco en el rincón más recóndito de Gran Canaria.
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