Junto al colegio salesiano, presidiendo el acceso al parque Doramas por la calle León y Castillo, se yergue el monumento escultórico de Manuel Bethencourt que conmemora el último y triste acontecimiento de la historia de los aborígenes canarios. Cuenta la tradición que el 29 de abril de 1483 el caudillo Bentejuí y Faya, el faycán de Telde, se despeñaron al grito de ¡Atis Tirma! («¡Por ti, Tierra!»), en el barranco que hoy se conoce por ese mismo nombre, en Ansite. Tras la rendición de Gáldar, la resistencia de los canarii se había trasladado al interior de la isla, teniendo por último escenario la fortaleza de Ansite.
Hasta el municipio de Santa Lucía de Tirajana se trasladaron el pasado miércoles y jueves, día 27 y 28 de febrero, los alumnos de 4.º ESO, en dos expediciones, para conocer uno de los lugares que están marcados con nombre propio en los libros de historia de la isla. Los acompañaban Stefan Navarro, profesor de Geografía e Historia de Canarias, e Ignacio González, del mismo departamento, junto con los tres tutores: Javier Mesa, Mariluz Navarro y Blanca Hernández.
La visita suponía un complemento in situ a la explicación en el aula de la historia de las islas. De hecho, los alumnos –además de conocer el yacimiento y el museo que presenta el modo de vida de los primitivos isleños mediante restos arqueológicos y vídeos explicativos–, entendieron la importancia de discernir entre los relatos transmitidos por las crónicas, la tradición popular y la verdad científica que siguen extrayendo los arqueólogos e historiadores de entre los hallazgos.
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